La incomparable monumentalidad de la ciudad de Córdoba y de su Mezquita, el paseo por las laberínticas calles de su antigua Judería, su exquisita gastronomía y el profundo sentir de la Fiesta Flamenca vivida durante la jornada anterior, han dejado al viajero con un intenso sabor a arte, calidad y autenticidad.
El camino conduce ahora al sur, a la ciudad de Jerez, a unos 90 kilómetros de Sevilla.
El viajero realiza un paseo por las calles de esta histórica ciudad, visitando alguno de sus monumentos más destacados, vestigios de las civilizaciones diversas que la han habitado a lo largo de los siglos.
Jerez es conocida mundialmente como la ciudad del vino, pues sus caldos se exportan a multitud de países desde hace siglos. No es casual que a Jerez pertenezca la primera denominación de origen de España: el Sherry.
Y es en una de sus numerosas y célebres bodegas donde el viajero hace su parada, para visitar estas magníficas instalaciones.
La obligada degustación de un excelente almuerzo da paso a la celebración de la Fiesta Flamenca Gitana, al estilo de Jerez, en la que el viajero se siente absolutamente implicado y transportado a ese mundo mágico de sonidos y ritmos como sólo es posible disfrutar entre los artistas jerezanos.
