Es posible que el viajero, después de estas cuatro intensas jornadas, sienta la necesidad de tener un contacto algo más profundo con la gran ciudad de Sevilla.

En esta quinta jornada el viajero comienza el día asistiendo a un Master Class de baile de la familia de los Farruco, un privilegio asequible a muy pocos aficionados.

A continuación, el viajero pasea por Sevilla, realizando una visita guiada que le ayudará a conocer y admirar alguna de las claves históricas y monumentales de esta impresionante ciudad.

Y como cierre ideal de esta jornada y de la Ruta Flamenca, el viajero se instala en otro de los hermosísimos palacios de la ciudad para disfrutar de las delicias de la cocina tradicional sevillana.

En este marco repleto de belleza y de historia, el periplo culmina en una Fiesta Flamenca a cargo de excelentes artistas sevillanos, quienes transportan al viajero a ese estado de gracia que sólo el arte de verdad es capaz de transmitir.


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